De Juan Manuel Barrado

ADIÓS A FERNANDO PÉREZ
Juan Manuel Barrado 

(El Periódico Extremadura, 30de Agosto de 2005) 

Se suele decir que cuando alguien se va deja un vacío enorme. Y así ha ocurrido con Fernando, e entrañable director de la Editora Regional de Extremadura, el apasionado pionero de los talleres literarios, el filósofo comprometido con la defensa de unos ideales kantianos, el profesor del Instituto Norba que inspiraba afecto y respeto a compañeros y alumnos. Al principio, ese vacío apenas se percibe, pero a medida que pasa el tiempo se hace más y más hondo, puesto que únicamente se puede llenar con su imagen, memoria viva, materia del ser, y se va convirtiendo de forma paulatina, sin apenas darnos cuenta, en un espacio insondable, en océano, en paraíso, y la luz de los primogénitos baña las sillas.

No sé si es tu valor, o tu rigor intelectual, o tu franqueza, o tu ética insobornable, lo que me subyuga más, pero de todos modos, y con mi gratitud, recordando cuando nos encontramos hace unos meses en una estación de tren -el libro en tus manos, el abrigo- yo acompañaba a Mestre, veníamos de un recital que había dado, tu gesto amable y tu palabra cordial, cuánto hemos de aprender de ti, amigo, en esta tierra.

Como escribió Neruda, quién estaba poseído de unos ideales semejantes, por tí pintan de azul los hospitales.