Pocos, muy pocos, serán hoy los lectores que sepan decir algo de José Álvarez Guerra. Y, sin embargo, quienes se sintieran alguna vez atraídos por los antecedentes familiares de Antonio y Manuel Machado o aquellos que hayan estudiado la historia del krausismo español, a la fuerza habrán tropezado con su nombre, siquiera en breve nota a pie de página. Hay, pues, un nexo entre el personaje que nos proponemos estudiar y dos interesantes momentos en la historia cultural española.

Esclarecer y fijar los perfiles de un personaje que asoma a dos de los más sugestivos capítulos de la historia contemporánea de nuestro país –el krausismo, los Machado- bien merece un estudio monográfico. Pero, sin dejar de consignar ese carácter precursor de José Álvarez Guerra, sería injusto reducir su importancia a la mera dimensión augural. La filosofía de ‘Un amigo del hombre’ tiene sustantividad propia y ha de ser estudiada en el contexto de búsqueda teórica emprendido por un sector de la burguesía liberal española a la muerte de Fernando VII, precisamente ese mismo sector que poco después abrazaría el krausismo como soporte doctrinal de sus aspiraciones sociales y políticas.